La Confianza


Leyendo un fic, dramione (una historia de Harry Potter, que trata de la relación entre los personajes: Draco Malfoy y Hermione Granger), he encontrado un mito realmente atractivo. El mito de Psiquis y Eros. Es una asombrosa historia de amor que trata sobre la confianza, algo que muchos perdieron o nunca llegaron a conocer. Lo cierto actualmente es: ¡Qué dificíl es confiar en estos tiempos! El siguiente mito expresa esto y mucho más. Claramente he llorado al leerlo, porque a mí me ha pasado. Aunque yo no he sido Psiquis sino que Eros. A continuacíon el mito que he leído:

En una ciudad de Grecia, según cuenta la mitología, había un Rey y una Reina que tenían tres hijas. Las dos primeras eran hermosas, sin embargo, la tercera era de indescriptible belleza por el lenguaje humano. Tanto revuelo causaba esta doncella, que ciudadanos y extranjeros acudían a admirarla, comparándola con la propia Afrodita.... ¡Que gran error cometieron aquellos incautos! puesla Diosa del amor, enfurecida con tal atrevimiento - y herida en lo más profundo de su orgullo - envió a su hijo Eros para vengar su desdicha, con la expresa misión de atravesarla con una flecha de oro oxidada, y enamorarla del más horrendo de los monstruos.

Pero aquél maléfico encargo no pudo llegar a su fin, pues Eros, al verla, cayó rendido ante el propio sentimiento que solía encajar en el resto, como si se hubiese enterrado una de sus propias flechas en pleno corazón...


Fue en ese entonces que el Rey - sospechoso de la ira de los dioses por la falta de marido de su hija - decide consultar al oráculo de Apolo para calmar sus propios nervios.... más no contaba con que éste enviaría a su pequeña a la cima del monte de Zeus, a esperar a su secreto marido en soledad, advirtiéndoles que no debían esperar un yerno nacido de linaje mortal, sino al más cruel y venenoso de todos, como la serpiente, que volando con sus alas fatiga todas las cosas sobre los cielos, y con sus saetas, doma y enflaquece todo.


El pobre padre, desesperanzado y sin otra alternativa, realiza el mandamiento del oráculo...
Una vez arriba del monte Zeus, Psique espera paciente, hasta que un manso viento la toma en su regazo y se la lleva por el valle bajo, depositándola suavemente en un prado verde lleno de flores multicolores. Tras el estupor inicial, Psique se duerme, despertando a las horas después y notando que a la lejanía se encontraba un palacio que parecía construido por gracia divina.


En un arrebato de osadía, decide entrar al lugar, deleintándose con la decoración y asombrándose cuando unas voces angelicales la invitaron a comer de espléndidos platos, llenos de manjares y exquisiteses. Pronto cayó la noche y Psique se acostó en una cama adoselada en el fondo de la habitación, mas no tardó en sentir como su secreto marido había aparecido y se había deslizado junto a ella, haciéndola suya en ese instante y partiendo al amanecer.


Pasaron los días, y con ellos, sus noches de placer ¡No cabía de felicidad! pues a pesar de perderlo cada mañana y de no poder gozar de su compañía durante el día, lo amaba con todo el corazón. Y él también a ella, sólo pidiéndole una condición: no podía develar su identidad, tendría que confiar en la oscuridad. Pero a Psique no le importaba en ese entonces, amaba sus tiernas caricias y mas aún su aterciopelada voz, que la acunaba durante la noche con extensas conversaciones de los temas más variados, hasta que morfeo la vencía por completo y la dormía entre sus brazos.


Sin embargo, algo opacaba la felicidad de Psique. Desde su estadía en aquel magnifico lugar, no había vuelto a ver a sus hermanas, y una noche, sin poder aguantarlo más, le pidió permiso a su marido para invitarlas a su hogar, el cual consciente de la soledad de su mujer, aceptó, no sin antes advertirle que ellas no eran de confiar.


Cuando fue visitada por las susodichas, ellas, envidiosas de su prosperidad, quisieron saber de inmediato quien era aquel rico marido; mas cuando Psique confesó que no conocía más que su dulce voz y sus apasionados besos, ellas chillaron horrorizadas y exclamaron"¡Tiene que ser un monstruo!".


“¿Y si efectivamente era ese monstruo alado que le había profetizado el oráculo?” Se preguntó la joven con el pecho apretado, y sin poder controlar su curiosidad, planeó enfrentar la realidad y esperó a que llegara la noche, ansiosa de averiguar quien se revolvía entre sus sábanas.


Fue así que sucedió lo de siempre. Él llegó, la amó con locura y se durmió a su lado. Sin embargo, cuando Psique notó que la respiración de su marido se acompasaba, prendió una lámpara de aceite para alumbrar el rostro de su esposo con los orbes cerrados de temor. Pero al abrir los ojos, se sorprendió al encontrarse con el ser más hermoso del planeta, un ángel caido del cielo que dormía ajeno a su traición.... traición que no tardaría en descubrirse, cuando una gota de aceite caliente rodó hasta caer en el hombro del semidios, que despertó sobresaltado ante el ardor.


Al ver su confianza mancillada, Eros brincó de la cama y se alejó mudo y cabizbajo. "Te amé", le dijo con pesar"Te amé y siempre lo supiste.... pero el amor no puede vivir sin confianza” sentenció, antes de desplegar sus alas con la intención de abandonarla para siempre.

Triste.. No? Pues a mí me ha pasado algo parecido. Y me encantó tanto que he decidido ponerla aquí. Pero no se crean que este hermoso mito de amor acaba aquí. En el fic se encuentra hasta esa parte.
Aunque el mito cuenta que Psique recurre a Afrodita para recuperar a su amor pero ella no le cree que realmente esta enamorada de su hijo. Entonces Psique le pide a Afrodita que la ponga a prueba. La mortal logra realizar cada una de las pruebas puesta, con la ayuda de distintos seres. Pero resulta engañada al final y solloza por lo cruel de los dioses. Cúpido, o también conocido como Eros, oye el llanto y llega a dónde se encuentra su amada. La duerme y la lleva a dónde los dioses y allí aceptan la relación entre ambos y Psique se vuelve inmortal. A partir de ese momento Eros y Psique jamás volvieron a separarse.


Hermoso y tierno. Aunque a mí no me sucedió un final tan feliz. Sigo prefiriendo el triste... A continuación les dejo una imagene del mito que me encantó al igual que la que esta colocada al principio o la anterior.. Adoro a los seres alados, y hoy me he enamorado de este ángel. Eros o Cúpido ¿Quién no desearía un esposo así? Lo admito, la envidia esta presente...




¿A que esas alas no son hermosas?


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