Lo prohibido sabe mejor

Ciertamente lo prohibido sabe mejor, así dicen muchos. Yo aún no lo experimenté (?) Pero no por eso significa que no pueda escribir sobre placeres prohibidos. Hace poco mas de un año que descubrí una cierta fascinación hacia las relaciones de homosexuales, gracias al anime (yaoi). Y he aquí mi primer escrito sobre una pareja de hombres, que secretamente son dos personajes de Harry Potter, para ser más especifica: Blaise Zabini y Draco Malfoy. Espero que les agrade, y sino lo lamento... Muchas gracias por lee!

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Encuentro:


El vidrio se estaba humedeciendo. No era lo único húmedo en aquel sitio. Era imposible contener su agitada respiración. El cálido aliento empañaba el vidrio a pesar de que afuera helaba. La temperatura experimentada por ambos era altísima. Rebeldes mechones de su cabello le cubrían el rostro. Sus mejillas ruborizadas eran algo de lo que se avergonzaba. El reflejo que le devolvía el cristal era completamente deshonroso. Jamás se había encontrado en una situación tan extraña. Sentía que todo su cuerpo se derretiría y no era precisamente por el bochorno que estaba pasando.

Todo había comenzado como un inadvertido encuentro. Habían comenzado a charlar bien, a pesar de su mal humor al tenerlo cerca. Desde hacía meses que no podían estar juntos en una misma habitación sin saber bien el motivo.


El vidrio se estaba humedeciendo. No era lo único húmedo en aquel sitio. Era imposible contener su agitada respiración. El cálido aliento empañaba el vidrio a pesar de que afuera helaba. La temperatura experimentada por ambos era altísima. Rebeldes mechones de su cabello le cubrían el rostro. Sus mejillas ruborizadas eran algo de lo que se avergonzaba. El reflejo que le devolvía el cristal era completamente deshonroso. Jamás se había encontrado en una situación tan extraña. Sentía que todo su cuerpo se derretiría y no era precisamente por el bochorno que estaba pasando.

Todo había comenzado como un inadvertido encuentro. Habían comenzado a charlar bien, a pesar de su mal humor al tenerlo cerca. Desde hacía meses que no podían estar juntos en una misma habitación sin saber bien el motivo. Luego de dirigirse unas cuantas palabras sucedió lo inevitable: comenzaron a discutir, como siempre hacían. Aunque de las palabras afiladas comenzaron a utilizar sus manos. En aquel inhóspito pasillo nadie los detendría, no tenían limites. El moreno se abalanzó sobre su persona y no pudo evitar detenerlo, lo dejó llegar hasta el punto en el que se encontraba en aquel momento. A pesar de que no comprendía para nada la situación era un experto dejándose llevar. 

Había perdido toda su ropa en el enfrentamiento con manos, algunos puños siendo más precisos. No se había dado cuenta de la situación en la que se estaba metiendo hasta que los movimientos bruscos y los golpes cesaron para convertirse en leves caricias. Intentó resistirse pero él estaba demostrando ser más fuerte. Se sentía desfallecer con el roce de las masculinas manos sobre su pálida piel desnuda. No deseaba admitir que estaba disfrutando de aquellos besos y mordiscos llenos de pasión.

Simplemente se negaba a creer que lo que estaba viviendo era cierto. Se sostenía con todas sus fuerzas del ventanal tratando de que sus piernas no le fallasen. Lo tenía a sus espaldas, con su asquerosa pero a la vez sensual lengua recorriendo todo su cuerpo. Parecía que quería que fuera él fuera totalmente suyo. Estaba dejando pequeñas marcas en los lugares más insólitos de su cuerpo y lo repugnante era que ambos lo disfrutaban. Los gemidos que escapaban de su boca lo hacían sentir enfermo pero a la vez liberaban el fuego que ocultaba en su interior. 

Aquel encuentro que había sido eso, sólo un entrecruzamiento de dos personas, se había convertido en un sucio pero deleitoso acto sexual. Algo que ninguno pensaba detener hasta que degustasen del placer más enloquecedor que jamás habían tenido en su corta vida. Lo que estaban por vivir no se comparaba con ningún otro suceso. 
Sintió su lengua saborear su miembro y creyó que explotaría. Jamás había sentido aquello al estar con otra persona. El cuerpo que estaba por poseer el suyo estaba hecho para provocarle miles de sentimientos jamás experimentados con nadie. Él, a pesar de la relación que tenían, era la persona con la que deseaba compartir su cama por el resto de la vida. 

Pero sabían que aquello no duraría más de una noche. Cuando dejó de hurgar en su interior con sus húmedos dedos pudo disfrutar de la maravillosa sensación de su miembro al ingresar dentro de su cuerpo. Una vez estuvo dentro suyo no pudo evitar soltar un gemido de gran goce, que resonó por el pasillo desierto. El sonido fue callado por su encantadora boca que además de saber muchos insultos sabía besar cómo nadie más.

Los movimientos suaves y dulces fueron sustituidos por unos mas acelerados que revelaban cuanto se necesitaban el uno al otro. Pequeños sonidos escapaban de sus bocas cuando no estaban unidas, besándose. Las caricias se habían vuelto más solicitadas al igual que los besos. Inconscientemente se habían dado cuenta de que aquello no se volvería a repetir y debían disfrutarlo al máximo. Ambos habían entrado en un frenesí total. Deseaban sentirse unidos, estaban unidos, experimentaban uno de los lazos más profundos y prohibidos. 

Cuando de pronto todo se volvió mucho más apresurado aún. Ambos estaban por cumplir lo que en un principio jamás se habían imaginado. No podían esperar más. El ambiente se había vuelto más cálido, la temperatura había aumentado tanto que ambos sudaban. Sus perfectos cuerpos se exigían a cada momento más y más. Si continuaban así no podrían seguir conteniéndose ninguno de los dos. Formaban una esplendida obra de arte digna de ser contemplada, no eran sólo dos muchachos teniendo una noche de sexo, eran más que eso. 

-Juntos…

La suplica conmocionó al muchacho quien tomó al otro por la barbilla para acercarlo a su rostro. Se fundieron en un beso tan profundo que sus lenguas se amaban como lo estaban haciendo ellos mismo. Ambos lograron llegar al máximo placer juntos como había sido acordado. El mejor y más perfecto éxtasis había sido deleitado por la pareja de amigos. Los movimientos comenzaron a hacerse más pausados mientras que uno se dejaba caer en los brazos del otro. A pesar de que no se aceptaban entre sí lo habían disfrutado demasiado. Como para que en algún futuro pudiera volver a repetirse...

-Gracias…

Sintió como los besos del moreno llenaban su rostro, su cabello y lentamente bajaban por su cuerpo. Él aún deseaba más y no pensaba resistirse. Se dejó manipular por las magnificas manos. Su rubor no lo había abandonado y odiaba tener el cabello tan corto como para no poder ocultar su rostro en él. Pero agradecía ser la clase de chicos que le atraían al moreno. Ya que si no hubiese sido rubio, pálido y de ojos color mercurio jamás hubiese disfrutado de hacer aquello.

-No hay de que. Te ves hermoso…

Con aquella frase, desprendida de su sensual boca, con una gutural y excitada voz, comenzó nuevamente a recorrer su cuerpo con su lengua. El moreno pensaba disfrutar un rato más del bello cuerpo de su amigo. Aquello era mucho mejor que sus sueños más húmedos en los que cierto rubio aparecía constantemente…    

1 comentario:

  1. Me encanta..!:3! simplemente me encanta... sisi yo también en el mundo yaoista, y estoy perdida y me ENCANTAAAAA !!! jajaja es así, ahora me dedico a escribir también esas cosas...


    segui que quiero mas xD

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Un suspiro del alma... Solo eso te pido...